La arquitectura no entiende de escalas, la necesidad de encontrar el mejor de los lugares para ser habitado y vivido, es una búsqueda constante. Este proyecto consiste en la reforma y cambio de uso de un local existente a una vivienda vacacional para una pareja joven, cuyo deseo era una vivienda diáfana y funcional.
El punto de partida es un local completamente diáfano, sus características son: grandes huecos, doble altura en todo el local y una zona con entreplanta, estos factores llenan de valor y posibilidades el proyecto.
La vivienda proyectada tiene como objetivo aprovechar las características del inmueble, obteniendo una vivienda luminosa con espacio abiertos y a su vez aportar independencia e intimidad a la zona de noche ubicada en la entreplanta. El programa se organiza de la siguiente forma, en la planta baja se ubica la zona de día se trata de un espacio abierto que reúne los usos de salón-comedor-cocina, como estancia independiente se proyecta un baño localizado en Planta baja, se han compactado al máximo el aseo y los espacios de almacenamiento en cocina, para optimizar la superficie existente. En la entreplanta se encuentra la zona de noche, formada por un dormitorio y un baño completamente abierto, donde, es el propio mobiliario quien ejerce la función de compartimentación.
Se trata de un proyecto donde el estudio de forma cuidadosa de los detalles y medidas para poder optimizar el espacio ha sido fundamental. La vivienda se puede entender como un único espacio que articula las diferentes actividades de forma inteligente apoyándose en los recursos existente. Gracias a ello, el grado de actuación será el mínimo para obtener la vivienda soñada.
- Promotor Privado
- Tipología Cambio de uso y Adecuación de Local a Vivienda
- Situación Zahara de los Atunes, Barbate (Cádiz)
- Superficie 51,93 m2
- Proyecto 2020
- Arquitecta Irene Brenes Marin